Capítulo 6: Escondidos
Adrián Martínez fue el amigo que volvió
el cual si me hubiera engañado, que no fue así, habría dado una cuantiosa
información a la EM y se habría perdido todo
Cuando salí del gimnasio me
esperaban Jorge, Luis, Adrián y Cristian, decidimos que no podíamos dejar solos
a nuestros amigos y a las demás personas de las catacumbas de la enfermedad,
entonces nos fuimos a la zona del colegio de Valverde, allí con cuidado subimos
las escaleras hasta 3 pisos más arriba, allí se encontraban las clases de 2º
ESO A y B, también los laboratorios de Química, de Ciencias de la Naturaleza y
de Biología. Pensamos que allí podíamos hacer la vacuna, cuando llegamos
dejamos a un lado las mesas y ocultamos la maleta con las medicinas no sin
antes dársela a Adrián el cual estaba muy arrepentido por lo ocurrido y nos
pidió millones de veces perdón, como ya era de noche decidimos hacer un paron y
empezar al día siguiente con la vacuna.
Jorge se encontraba en la clase de 2ºB leyendo el diario de
Moisés, viendo lo que necesitaba para crear la vacuna, Luis y Adrián, con la
pistola de Antonio y la de Adrián, vigilaban por si acaso alguien de la EM
aparecía y mientras mi primo y yo en la terraza de 2º de la ESO que era como un
pasillo de grande practicábamos con los brazaletes.
-Toma Cristian-le dije dándole un brazalete.
-¿Qué es esto?
-Esto es el arma con el que ese hombre encapuchado mató a
Antonio.
-¿Por qué te la ha dado?
-Creo que perteneció a uno de los creadores de la EM en el
siglo XVIII, que a la vez es nuestro antepasado ¿Por qué te crees que me llaman
Dex? Porque ese era el apellido de nuestro antepasado. Además creo que quiere
que me una a ellos.
-¿Y por qué me lo das?
-Están tuyo como mío… era nuestro familiar después de todo
¿No?
-Sí.
-¿Practicamos?
-Vale… Julián ¿Por qué me has dado este brazalete que pone
la letra C?
-Por tu nombre, C de Cristian. Yo me he quedado con la D, D
de Dex.
Empezamos a entrenarnos, al principio nos costó pero le
conseguimos pillar el tranquillo, nos recordaba a un juego que jugábamos de
jóvenes, se llamaba “Assassin’s Creed”. Cuando ya no se veía nada entramos en
la clase y nos dormimos. Jorge se durmió en la mesa del profesor, Adrián era el
primero en vigilar, Cristian durmió juntando unas mesas como hicimos Luis y yo.
Cada dos horas nos cambiábamos de turno. Al día siguiente nos tomamos la
medicina nos lavamos la cara en los baños y nos separamos.
Jorge y Cristian se fueron al laboratorio de Química, allí
Jorge buscó todo lo que necesitaba.
-Haber… Cristian coge eso-dijo cuando Cristian cogió de un
armario un aparato que mueve las probetas-Tenemos todos los aparatos necesarios
para crear la vacuna pero…
-¿Qué pasa?-dijo Cristian.
-Nada es que… en el diario de Moisés habla de que empezó a
elaborar la vacuna a través de una cepa del virus y que si se quita al virus 4
átomos de Hidrogeno o si se añade 4 átomos de Hidrogeno pueden ocurrir cosas
distintas. Se crea la vacuna o se crea un veneno en el que se muere en el
momento. Pero no deja claro lo que hay que hacer.
-Vaya.
-Bueno haber si llegan estos, tenemos que elaborar un plan.
-¿Un plan? ¿Para qué?
-Para robar el virus
Mientras tanto, Luis,
Adrián y yo, nos fuimos a investigar un poco por el colegio, el colegio había
estado cerrado un año y eso mismo parecía, nadie había tocado nada en ese año.
-Sabes… que tendremos que matar a esos de la EM si se cruzan
en nuestro camino-me dijo Luis mientras bajábamos las escaleras.
-Claro que lo sé-dije-Pero creo que no estoy preparado para
ello, ni yo ni vosotros. Tenemos 22 años y mi primo ni siquiera ha cumplido los
20… Creo que no estamos preparados.
-Pero… Si hay que hacerlo…-dijo Adrián-Ellos no titubearan,
mientras nos uníamos en el 2008 nos entrenaron para matar, algunos pueden
pensar como yo y otos como Antonio Julián, no te darán una segunda oportunidad.
-Espero que sí.
-Tú y tu primo os habéis estado preparando para ello
¿No?-dijo Luis.
-No, lo que hemos hecho es prepararnos para defendernos y
saber neutralizar… creo que sabremos hacerlo.
-Lo lleváis en la sangre-dijo Adrián.
-Me temo que sí.
Llegamos al final de las escaleras y nos asomamos al
vestíbulo de Valverde, en ese momento entraban José, Mario y Pablo y se
dirigieron hacía la iglesia.
-No me lo puedo creer que lo haya matado-dijo José.
-Lo sé… tengo miedo y si es parte de su plan-dijo Pablo.
-¿Cómo?-dijo Mario-Dijo que era porque tenía la enfermedad.
-Creo que es mentira… -respondió seguro Pablo-Él y Eric han
estado muy raros en las reuniones en Francia y si planean quedarse con el
control.
-No no puede ser-dijo Mario.
-¿Queréis dejan de cuchichear como mujeres?-dijo José- Sois
una vergüenza para la EM… Desconfiar de Eric y de él… Antonio era un peligro y
ya está y si no queréis lamentarlo calladitos hasta que entremos en las
catacumbas.
Entonces entraron en la iglesia y ya no pudimos oír nada
más.
-¿Qué han querido decir con eso?-dijo Luis.
-Tendrá que ver con el papel que se le cayó a ese De
Habsburgo-dije y cogí del diario la hoja que se le calló a De Habsburgo-Mira
pone en algunos la palabra PLAN.
-Y si son los que quieren matar para hacerse con el poder.
-Quizás-dije recordando la conversación de Leonel y De
Habsburgo-¿Qué crees Adrián?
-Me parece que es hora de que os diga quien es ese De
Habsburgo-dijo Adrián-Se trata de Jorge Ruiz.
-¡¡¡¿¿¿CÓMO???!!!-dijimos al unísono Luis y yo.
-Él y Leonel nos reclutaron, lo siento, él habló con Vanesa
cuando ibais a entrar en las catacumbas botánicas. Él y no tú Julián debería
tener pesadillas con sus amigos gritándole traidor.
Tras esta revelación, la cual decidimos guardárnosla en la
manga, seguimos caminando hasta el vestíbulo de Barco, allí miramos haber si
seguí cerrado la entrada y entonces una piedra desgastada sonó al pisarla Luis.
-Este colegio tiene la tira de años-dijo Luis.
-Sí, me acuerdo que esa piedra siempre ha estado así-dijo
Adrián.
-Voy a colocarla bien-dijo Luis y en el momento que quitó la
losa vio que no estaba cubierta de cemento sino de tierra, el empezó a quitar
la tierra y encontró una gran caja de madera.
-¿Qué eso?-dije.
Lo abrimos y había dos dagas pequeñas y manejables del siglo
XVIII, también había cinco petos de metal manejable y una nota.
-“Querida gente del futuro creo que esto os servirá de algo
atentamente Carlos Mejuto” ¿Carlos Mejuto?-leyó Luis-Será su antepasado ¿No?
-Si eso creo… Tenemos que llevarlo al laboratorio-dijo Adrián
sorprendido.
Lo cogimos y fuimos al laboratorio de Química, allí nos
pusimos los petos y Luis y Jorge cogieron las dagas, Adrián decidió tener las
dos pistolas aunque no le hacía ascos al peto.
-¿Y ahora qué?-dije.
-Tenemos que ir a por el virus-me contestó Jorge.
No hay comentarios:
Publicar un comentario